La gran cantidad de información a la que podemos acceder gracias a este novedoso procedimiento me sorprende. Esta es la frase del principio, que es lo que se van a leer los que tienen prisa.
Durante siglos, los hombres han caminado con torpeza, intentando evitar el sufrimiento y provocando con ello la injusticia y la desigualdad. (Con suerte, esta frase ya no se la han leído esos que buscan corriendo). Puede que sea por la desinformación y la incultura. Es fácil concluir pues, que a más información, más humanidad. ¿Sí, verdad? Pues yo lo dudo sólo con echar un vistazo a los periódicos.
Sé que del contacto y los cruces surgen las ideas, las sensaciones y los sentimientos. Conocer las opiniones de muchos, muchísimos, no me garantiza conocer la mejor opinión. Porque ésta será la que yo decidiré seguir, es decir, la mía y la tengo aquí cerca, detrás de mis cejas. Para obtenerla sí, claro que escucho, leo, comparo, contrasto con mi experiencia. Pero sigo prefiriendo mirar a los ojos del que me habla, oler sus dudas, percibir el sudor en sus manos.
Me perderé mucho por no utilizar la red. Cuento con ello. Pero la calidad de lo que la conversación en carne y hueso me aporta es incomparable.
Por todo ello, animo a indagar clikeo a clikeo, blog a blog. (Esto es el final; que los ojos rápidos se detengan aquí un rato). Yo me voy, que he quedado.
Durante siglos, los hombres han caminado con torpeza, intentando evitar el sufrimiento y provocando con ello la injusticia y la desigualdad. (Con suerte, esta frase ya no se la han leído esos que buscan corriendo). Puede que sea por la desinformación y la incultura. Es fácil concluir pues, que a más información, más humanidad. ¿Sí, verdad? Pues yo lo dudo sólo con echar un vistazo a los periódicos.
Sé que del contacto y los cruces surgen las ideas, las sensaciones y los sentimientos. Conocer las opiniones de muchos, muchísimos, no me garantiza conocer la mejor opinión. Porque ésta será la que yo decidiré seguir, es decir, la mía y la tengo aquí cerca, detrás de mis cejas. Para obtenerla sí, claro que escucho, leo, comparo, contrasto con mi experiencia. Pero sigo prefiriendo mirar a los ojos del que me habla, oler sus dudas, percibir el sudor en sus manos.
Me perderé mucho por no utilizar la red. Cuento con ello. Pero la calidad de lo que la conversación en carne y hueso me aporta es incomparable.
Por todo ello, animo a indagar clikeo a clikeo, blog a blog. (Esto es el final; que los ojos rápidos se detengan aquí un rato). Yo me voy, que he quedado.
La red te garantiza contactos con personas con las que tal vez nunca hablarías en la vida. Es cuestión de decidir si te interesa o no conocerlas más. Sin duda el conocimiento más profundo de cualquier persona es más agradable o más desagradable hacerlo en vivo y en directo.
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